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Destino. Qué curiosa palabra. Puede ser condenatoria. Puede ser casualidad.
Pero más allá de esos ruidos, no hay nada.
Tengo que limpiar algún día.
Camino lejos de la lámpara y de su zumbido eléctrico; me
tiendo en mi jardín, mirando el cielo escasamente estrellado que tenemos en Lima.
Siento nostalgia por la última vez que estuve así.
Tumbado en el césped, sin importar el ensuciarme; o verme en
una escena así.
Cuando fue la última vez? Hace ya más de un año. Y me sentía
flotar por encima de los horarios, de las llamadas, de las fecha límites, las
entregas, los proyectos..
Libre. La clásica mentira.
Hoy es un día más pienso, no hay nada de especial.
Sólo miro hacia arriba, y pienso:
Ya es hora?
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