domingo, 28 de junio de 2009

Miedo a dormir

No busco escribir, pero lo hago.
A veces siento que sé tanto de mí por ahora que no quiero.
Pero en otras pienso que sé tanto de ti como para escribir.

Son estos momentos los que me hacen pensar que la locura y la cordura esta dividida por solo un grito, un pensamiento; por sólo un acto. Dejarse llevar.

Una vez, una de ellas me dijo “si fuésemos como animales todo sería tan simple”. El escudo de humanidad me hizo refutarla hablando de ética y moral por diez minutos; pero horas más tarde en su cama, me habían vencido. Ella y mi animal (yo). Ya no hablaré de ella; meses después se fue.

Por vivir auténticamente he hecho cosas por las cuales hay gente que quiere olvidarme. Algunas ni nombrarme. Hay quienes pueden decir una declaración así por falta de estima, yo no. En estas cuatro décadas; para muchas otras personas también, me he vuelto alguien importante. Así como estas para mí y de eso me siento realmente orgulloso. Mis columnas. De Partenón. Algunas saben cuan importantes son, a otras se lo diré pronto seguramente. Hace mucho me olvide de la falsa modestia, de las apariencias, y me cansé de no hacer lo que siento. (Tú).

Dicen que la vida de un ser humano es un aleteo de mosca para Dios. Y solo me quedo pensando; que cuando nosotros escuchamos ese aleteo y estamos muy relajados; queremos matar a la mosca.

sábado, 13 de junio de 2009

Crónica de un tributo anunciado

Muchas veces al preguntarme "Qué hiciste? qué tal ayer?" simplemente respondo "Nada, todo tranquilo"; cuando en realidad he ido al cine, a comer, a un evento, me he reunido con amigos o simplemente he salido por mi lado; como varias veces sucede. No lo cuento, porque sinceramente me da pereza y me parece innecesario: ya sé lo que hice. Claro que si la situación se vuelve muy silenciosa, y me parece un buen momento para contar una anécdota; lo hago. Me da mucha gracia y me parece interesante que haya gente que piense que salgo más que interdiariamente, y que en contraste; otros que crean que abandono mi casa una vez al mes. Pero en general, no soy de contar lo que hago. Y eso justamente es lo que intentare aquí; a modo de prueba y en respuesta a lo que una vez me dijeron: "Tú no cuentas nada 'on"".

Me entere que harían un tributo a Fito Páez. A primera vista, me interesó. Conozco poca gente que conoce bien lo que él hace y eso me impulsó a asistir. Eso y mi "apertura a nuevas experiencias" que repetidamente obtengo como resultado en mis tests de personalidad.

Sabía que encontraría fanáticos, pero me resultaba tan común como visitar a los monos más antiguos del parque de las leyendas. Para toda idea, hay un fanático. Yo quería otros animales similares a mi especie; a quienes les gustara como cantaba un ser humano más, con errores y con muy buenas ideas también en sus canciones.

Pensé ir solo, pero afortunadamente, una amiga (que también da conciertos) enterada del asunto; se animo para ir, e iría con su enamorado (quien también está sumergido en notas musicales y ondas sonoras). Por eso me pareció más interesante aún; yo no llevaría un violín pero iría con dos personas que saben realmente de música.

También le conté sobre la oportunidad, vía mensaje de texto, a otro amigo que le gusta la música argentina. Me respondió que le gustaría mucho ir, me confirmó. Y finalmente, un amigo en común a este último también aceptó; en tándem.

Éramos cinco personas. Y me cancelaron cuatro. El enamorado de mi amiga debía ensayar, ella debía acompañarlo. Mi otro amigo no pudo disponer de metales ni papeles en el momento justo (maldijo a todo el sistema económico mundial y sus fallas). Y el último, también canceló; en tándem.

Dos amigas que se enteraron, por separado, me dijeron que se animaban a ir. Una quería faltar a una capacitación de un trabajo para escuchar algo de Páez, y otra me confirmaba en treinta minutos. Confirme que planificar con otros, no está en uno.

Acostumbrado a la seguridad que me brinda mi propia asistencia, mantuve la idea fija de ir. Rápidamente salí de la casa, tomando atajos, y todo estaba calculado.. ya estaba a punto de llegar y me acorde que .. no me acordaba la dirección. También estoy acostumbrado a mi práctica memoria de corto plazo de 10kb. Felizmente 2 amigos de muy buena voluntad y con espíritu de GPS respondieron mis llamados y me confirmaron que estaba en buena ruta.

Encontré el sitio, pero también me confundí en el tiempo.. llegué casi 2 horas antes de que empezara. Así que, sin ningún apuro, me propuse encontrar una playa de estacionamiento para aparcar mi carro parchado. No quería tener problemas con el espacio, ya que lo tuve con el tiempo. Creo que dilemas similares tuvo Einstein. Me aprendí las calles, bodegas y hostales por tantas vueltas que di. Si en ese momento hubieran hecho un paralelo con las pruebas de laberinto practicadas a un ratón de laboratorio, no habría demostrado inteligencia alguna. Cuy chactado.

Dejé mi carro, memorizando bien la imagen de la playa donde lo dejaba. Conocía la zona, pero no he caminado mucho por ahí. Encontré unas tiendas. Un edificio de tiendas. Así que me dispuse a entrar, a investigar. Tenía casi 2 horas para creerme Indiana Jones y creer que Lima está al lado de Cuzco. Entré; uno, dos, tres pasos.. No podía creerlo. Mi niño interno no pudo estar más excitado: Juguetes de colección. Personajes de dibujos y películas en todas las escalas, Superhéroes, Transformers: Orgasmo. Transformers de todas las temporadas: Orgasmo múltiple. Estaba en Cybertron y mi carro fue el Delorean, mis sueños de completar esa colección estaba frente a mi. (A decir verdad, no estaba completa; pero soy peruano y si cuando pierdo en un partido casi gano, aquí estaba la colección completa) Eran cerca de 200 modelos de esa colección únicamente, sin hablar de todas las demás series de dibujos animados que tenían, comics, películas clásicas.. y claro; mangas, animes.. pero eso no me gusta mucho; .. me da para alienarme y poner un pie mentalmente siempre en Argentina, pero no como para cruzar el oceano hasta Japón. Perdóname Seiya, no tengo tu fuerza, pegazo.

Se me fue casi todo el tiempo. No era una, sino cerca de 15 tiendas de juguetes de colección. Quedaban 20 minutos para el concierto. La chica de una de las tiendas vio mi rostro de niño con propina de cumpleaños (felizmente no lleve una tarjeta de crédito) y me dio una tarjeta de la tienda. Le pregunte del horario de atención y me retire de las galerías. Fui a una cabina de internet, necesitaba sentarme, se me había olvidado que tenia extremidades de adulto todo ese tiempo. Aproveche para visitar páginas web de cine.

Cuando sali, ya se habia formado una fila de personas en el local donde sería el tributo. (anunciado como el Primer tributo) Al segundo llegaré mas temprano; pensaba. Mientras tanto, recordaba la hora animal en Discovery; "disculpa amiga, sabes si los grupos que tocaran, tocan bien?" decía un chico sport-elegante y de pelo con gel. La chica se explayó con cortesía por diez segundos para no ser cortante. De vuelta a la manada, tigrillo.

Pasaban dos peatones jóvenes mirando con curiosidad el nombre del local; "Acá no pasa nada 'on jaja" y siguieron de largo. Una cosa es el local, y otra cosa es lo que se presenta en dicho local; fue mi mantra por un minuto. Entre los asistentes también se veía un chico de facha muy similar a la del cantante argentino que venía a recordar. Abrigo largo, cabello desordenado largo, bufanda, lentes redondos. Me parece haber visto a Fito vestido así en algún lado. Coincidencia? Seguro. Ojala. Yo tenía una camisa de cuadros rojos con blancos, abajo un polo blanco cualquiera, un jean y no pienso mucho en Cobain. Creo. Ojala.

Después de poco tiempo de esperar, entramos. "Amigo, un llaverito de Páez" y me sonríen - Gracias por el bonito souvenir, espero tener algo bueno para recordar. Era llavero-destapador. Mejor que también tenga uso. El Perú es super. Me siento en la segunda mesa, se ve bien desde aquí el escenario. Abrazando los parlantes del frente, una bandera de Perú con una de Argentina. Me fijo bien; están cosidas. La Argentina es super? Me gustaría vivir por allá un tiempo, pero esa es otra historia.

Esperaba que empezaran a tocar, demoraron mucho. Haciendo tiempo pedí una cerveza. Pensaba en cómo en Perú hacemos tiempo, y al mismo tiempo recordaba a la gente que no me pudo hacer la taba. Realmente, zapateros no eran; amigos, si. También pedí cigarros. No compre encendedor, podría ser un puente de comunicación con alguien. La isla es natural, el puente se construye. Me cansaba de pensar pavadas; pero veía a varias personas tomándose fotos con las banderas cosidas en todas las permutaciones posibles "Ya, ahora yo contigo. Ok, ahora yo con él. Ahora ustedes. Ahora con ella!" Realmente gracias a esta colisión Perú-hi5/facebook. Gracias porque ahora podemos decir posero. Gracias por los artistas que toman sus cámaras (de celulares) sin miedo. Gracias al aporte invaluable a la autoestima adolescente. Porque adolecen. Todo tan natural como los puentes.

Dejé mi cerveza servida en un chopp, esperaba buena música. Se presentó el primer grupo, tocaron 4 ó 5 temas. Terminaron de tocar y seguía esperando la buena música. Ya había empezado mi cerveza hace rato. En otra ocasión escuche una buena frase sobre pueblos latinoamericanos "aprendimos a tragar la depresión con cerveza". Salud. Un grupo de fanáticas, que eran cinco, coreaban "otro, otro.." antes de que se fueran. Asistimos setenta. Otro, si. Otro día. Faltó mucho ensayo, afinar guitarras, coordinar entradas de voz en las canciones, y seguro que mil cosas más imperceptibles para mi oído inexperto. Me acordé de la pareja de amigos melómanos que no pudieron venir. La próxima me hacen una taba para cada pie.

Hubo un gran contraste de repente. Se sentó un chico y su guitarra. Si, uno. Guitarra muy bien cuidada. Y él se mostraba muy mesurado tanto en movimientos como en voz al dirigirse al público. Tocó muy bien, y cantó con voz menos grave que los anteriores, pero al parecer con mucha practica y estudio. "Mi especialidad es la bossa nova" - "No importa, pero canta, papito!" - gritaban unas chicas que no estaban sentadas con las fanáticas de Páez. Ósea no tan fanáticas. Ojala. Se escuchó muy bien, cantó un tema en portugués; recordando al antes maltratado auditorio que a Fito también le gusta mucho la música brasilera. Una versión en samba de El amor después del amor hizo el truco y con un gran bolsillo, se metió a todo el público ahí. Pero solo cantó tres temas, y así como fuerte fue el contraste de intérpretes, fuerte fue su bajada del escenario. No se despidió. Bueno, cantó bien.

Llego el tercer grupo. Todos tenían un poco de esperanza ya. La bossa nova fue un diazepam para el enfado. Dos personas ahora; un tecladista y un vocalista. Que si bien tenia potencia en la voz, me parece que le faltó técnica, se mostró un tanto forzado y con sobreactuados intentos de conexión con el público. De modulación de voz y canto no se nada, advierto. Canto tanto como cualquier hincha de la barra norte en un clásico. Y ni eso me debe salir tan bien. Sin embargo, esa tercera presentación mejoró mucho cuando mostraron su arma secreta: una chica. Una chica que cantaría dos temas, según dijo. Cantó tres y lo hizo con mucho más potencia que su acompañante, y con mejor modulación. Quizá le faltó darle más matices a su voz, pero ella realmente dio más calidad a las últimas canciones que escuche. Si, últimas, porque tuve el tiempo exacto para regresar a la playa de estacionamiento que cerraba a la 1 de la madrugada. Creo que el vocalista que buscaba conexión con el público tragó saliva al ver que alguien de las primeras filas se iba. No tenía tiempo de ver si raspaba un ego con mi fuga. Y también quizá sea el mío lo que me hace pensar que puedo desconcentrar al artista preparado para todo. En fin, llegue a las 12:59pm a recoger mi nave para regresar. Me quedaban cuatro soles en el bolsillo y una sensación de que estuve en los primeros ensayos del tributo al que quería ir. Felizmente que Fito esta vivo, que sueño con una Argentina de lejos y siempre hay un sanguchón de tres soles cincuenta que puede alegrar una noche descompasada.