jueves, 31 de diciembre de 2009

A propósito: El tiempo dice "oe, que planes para año nuevo?"

Ya es casi el 2010 y todavía no veo los autos voladores que nos prometieron en las películas. Tampoco veo robots que ayuden en la cocina; ni trajes plateados que me hacían pensar que había platina para regalar en ese futuro de la ya desteñida ciencia ficción de los ochentas.

Ojala viva para ver más adelantos, y si no es así, puedo responderme de la misma manera que me decía a mí mismo de niño al encontrar impedimentos temporales: “No importa, al final invento la maquina del tiempo y listo” – Me gusta pensar que soy optimista.

Hace mucho dejé de ser ingenuo, aunque me encanta parecerlo. Hace unos dias hablaba con una amiga a la que valoro mucho y me dijo que ha notado buenos cambios en mí; un cambio de actitudes, que ahora tengo mejores determinaciones para conmigo mismo (aún mejores, diré). Me alegró escuchar eso realmente. Si bien hay cosas que me anclan a recuerdos, a fotos imaginarias, a nostalgias, y a tantas etiquetas mentales que marcan por año episodios de mi vida.. ya hay muchas que no quiero ni archivarlas. Y cada vez me preocupo menos.

Suena a que los años están haciendo por fin que tantas cosas se asienten. Como si fueran sustancias hipocráticas; todo mi temperamento está des-emulsificándose de otros líquidos y teniendo más claro ciertos límites. Supongo que cada vez me siento menos regido por emociones exabruptas.. claro que, sin que decirlo a modo de excusa; aún me gusta dejar ciertos hábitos, romper rutinas, y arriesgarme; pero debo (espero) haberme vuelto más listo para saber cuando hacerlo.

Estos últimos días he querido emburbujarme un poco; mi ciclo desordenado de sueño también ayuda. Sin embargo, uno no deja de estar conectado, por antonomasia: del Messenger, y por supuesto, del Facebook (ó fb, para los amigos). Y conversando, con los dedos en el teclado, de varios temas referentes a las fechas, me di cuenta que uno siente muchas veces incitación a evaluar los 365 días anteriores al último día de diciembre. Los “logros”, las cosas “por cambiar”; las determinaciones y los decretos. Veo alrededor mío gente que quiere ligar las fechas y el fin de año a Dios, a quienes tienen derrotas sentimentales frescas a cuestas; a quienes quieren un mejor trabajo, a quienes viven nuevas relaciones, etc.. ah, y veo a quienes ya saben qué harán por año nuevo.

No dejo de usar un cliché si es necesario. Y este año que pasó me ha traído cosas muy inesperadas, tanto buenas como otras en las que preferiré no ahondar para distraerme. He logrado el halago que ocupó algunas estrofas superiores (y si, descaradamente lo escribo para sentirme aún mejor), he conocido más gente (algo ineludible, pero sorpresivo paradójicamente para mí) y creo que puedo usar la palabra amistad en algunos casos. Ya para las vueltas que ha dado la tierra desde que la piso es algo poco común integrar a nuevas personas en los esquemas sociales; o mejor dicho en los “oe vaos a hacer algo?”. Simplemente por una cuestión de practicidad, cuando pasan las décadas (y voy por la tercera) uno quiere evitarse los roces de opiniones, de personalidades muy diferentes a la de uno, los sinsabores. En sí, las pruebas de compatibilidad que trae incluir gente nueva al elenco regular. Y eso que no estoy hablando de copular. En resumen; en lo social, me siento popular en un salón de colegio de enseñanza no escolarizada; 8 a 10 amigos; suficiente. Pasa el tiempo y uno prefiere algo cómodo; pantuflas que con el tiempo se vuelven a la medida.

Me he mudado este año, dejé mi cubil, mi Fortaleza de la soledad.. y ahora es más chica (ahora parece yuppie decir “mi depa”, parece nomás, la PEA parece no quererme), también ahora por la altura, de seguro que si hay un terremoto, no tendré ni tiempo de decir que me resignaré a morir, como todo buen viejo. Forever young, 18’til I die .. supongo que sólo han sido buenas canciones nomás.

No hablaré de mis relaciones personales, porque si bien este es un blog no quiero teñirlo (ya tanto) con colores de diario de quinceañera. Solo diré que fueron buenas conmigo, que cada vez más comprendo lo esencial de la mujer, su paciencia y la necesidad de esa buena dupla que se hacen con permutaciones de Xs y Ys. Claro que hay mujeres y mujeres.. en fin. Lamento no haberme enamorado tan efusivamente como otros años - quizá de eso se trata? No lo sé, pero no hubo oportunidad. Hay quienes me llamaron la atención, pero.. en fin, ya saben mi discurso. Sin novedades, todo tranquilo. Que miedo me doy a veces, yo me entiendo.

Siento que escribo mejor, que tengo más práctica. También estoy leyendo más, por lo tanto hago algo más culturoso. Envidiaba a amigos que devoraban libros de nombres rimbombantes, pero también con el tiempo (el tema principal acá, por si se quiere sacar el resaltador) me he dado cuenta que los libros dan mucho que conversar; pero para conversar hay que principalmente estar vivo, y eso es lo que cuenta: vivir más. Luego de eso; hablamos. “La vida me ha dado mucho, pero también me quitó”, aprendemos de todo (vivimos) y hay que estar receptivo para ello, analítico y sin preconcepciones. Es fácil sonar un poco rimbombante, ven? Por otro lado.. en este momento, miro al gato que me está haciendo repasar mentalmente mis cadenas E-R skinnerianas y tanto frustración me está haciendo creer que realmente tiene suerte de dominar la habilidad de respirar. Já.

Así que nosotros; a vivir un año más; a respirar nuevos aires y como buenos animales superiores que presumimos ser, habremos de aprender a entender mejor las cosas que vendrán.