jueves, 10 de junio de 2010

Guión.

Hoy no puede ser más indicado; quiero disiparme de todo lo que ha pasado hace ya casi un mes. Realmente estoy en un punto inicial una vez más. Ahora es de esos momentos en que uno piensa que ha perdido todo y sin embargo pone un pie delante del otro y deja que el camino se haga claro otra vez.

Agarro el reproductor de mp3 que me regalaron, mis audífonos que fallan de rato a rato, mis llaves y un par de monedas por si las necesito. Cierro la puerta detrás de mí y empiezo a caminar. Estas calles otra vez serán mías. Hacia donde? Alzo la mirada y veo el sol. Son las cuatro de la tarde, me vendría bien un atardecer. Dejaré que el sol sea mi norte y tan solo caminaré.

Para variar un descuido cambia el plan; no le había puesto ni canciones nuevas, ni baterías a lo que sería el soundtrack de este día. Ni hablar, a hartarme de las únicas cinco canciones que pude subir.

Mi vida ha cambiado radicalmente; por ahora no la quiero observar. Una opción es ver a quienes aparecen en el camino; metafórica y concretamente hablando.

Camino por diez minutos y parece como si al guión de la realidad se le acabará por momentos lo creativo: un viejo que camina acompañado de su enfermera; una pareja de enamorados, un niño con su madre alrededor del parque, y chicas adolescentes conversando en voz más alta que los demás.

No sé que espero ver; un rescate?, una emboscada? o que epifánicamente alguien me diga que camino seguir?

Paso al lado de un señor vestido con ropa percudida, de barba cuidada a medias, y ojos que, en ese momento, se parecían a los que veía solo en mi espejo.

En ocasiones fantaseo que yo mismo desde un futuro lejano regreso en el tiempo; para advertirme a mi mismo de algunos cambios importantes que deberían llevarse a cabo. A veces también pienso que veo demasiadas películas.

No hay comentarios: