".. y en cuanto me despierto, casi todos los días pongo música; no se; mayormente es música alegre o que coreo mientras tiendo la cama; imaginando qué de nuevo haremos hoy o tan solo dibujando tu rostro en mi mente, con esos ojos que tantas veces están ahí para mi.
Hay veces que sé que nos veremos en la tarde, es por eso que ahora las películas se han vuelto mis portales de tiempo: contándome una historia me hacen viajar 2 horas al futuro y me acercan más a ti.
Me has dado tanta fe; tanta sonrisa; tanta fuerza.. Le das tanto sentido.
Tus huellas están en todo el cuerpo de madera de mi habitación. Mis toallas tienen tu olor; el mismo olor de mi almohada. Esa misma que cuando apoyo mi cabeza siente tranquilidad e imagina la playa; tu isla y nuestras dos sillas reclinables.
El espejo donde nos vemos abrazados y sonriendo; la mesa donde nos vemos comer de cualquier manera y nos reimos; la cama donde vemos las películas y me retaste por primera vez. La puerta donde te apoyas a tentarme; y la alfombra donde me escuchas sentada y atenta.. o la banca desde donde yo te miro aún mas atento.
De verdad no se que haría sin ti...”
