viernes, 19 de marzo de 2010

Recuérdame

Alguna vez has cerrado los ojos, queriendo olvidarte dónde estas ahora? Queriendo regresar a otro momento de tu vida.. olvidándote de los ruidos que te rodean..? Queriendo recrear la sensación que tenias en algún otro momento?

Y es entonces cuando lo logras.. sientes como si hubieses regresado.. como si donde estuvieras sentado fuese esa silla que tanto añoras, esa habitación que te dejó ese recuerdo.. Sientes los ruidos, sientes las paredes del cuarto, sabes dónde estaban las cosas, ahí cuando sucedió lo mejor.. Tan sólo te faltaría abrir los ojos y estarías de vuelta ahí.. Pero abres los ojos o sientes un ruido que rompe la fantasía.. y estás de nuevo, lejos, años después.. y se acaba? Pues yo sí puedo lograrlo.

Puedo regresar, viajar, a cualquier momento de mi vida con solo cerrar los ojos y concentrarme. No es fácil, tampoco puedo permanecer por un tiempo indefinido en mis recuerdos. Lo máximo que he podido revivir han sido diez minutos aproximadamente. Esa vez lo intenté de nuevo, solo volví por a mi recuerdo por lo que seguramente fue un segundo y regrese al presente con una migraña que parecía desgarrarme el cerebro.

Pareciera que allá arriba hay algo que inclusive controla este tipo de aparentes ventajas.

Esta habilidad, también fue descubierta de una manera desagradable. Mi padre falleció cuando yo era muy niño. Llore muchas noches como cualquier chico a esa edad; pero en las primeras que pasé, recordé un momento en que me despedí de él antes de que partiera a su trabajo; y cerré los ojos. Empezando a recordar ese día que lo cambió todo.. el lugar donde estaba yo, los muebles del lugar, el calor que hacía, todo .. y ocurrió. Una vez más estaba ahí, pudiendo decir algo más. Mi padre estaba a pocos metros de mi.. , estaba por cruzar la puerta, y solo logré articular un “no te vay-“ algo que claramente no había dicho en la primera vez que viví ese momento.

Vi a mi padre empezar a voltear, y cuando estuve a punto de verle el rostro nuevamente.. regrese a mi cama; ahí, donde estaba llorándolo; tres semanas después de su muerte; con un dolor de cabeza que jamás había sentido. Castigo quizá por intentar cambiar algo ya escrito.

Días después lo confirmé, cuando mi madre parecía tener un nuevo recuerdo.

- “Ya ha pasado casi un mes.. y aun me sorprende.. Cómo así casi le dices a tu papá que no se fuera al trabajo ese día? Pareció como si hubieras sabido en ese momento lo que sucedería después..”

Medio año después quise comprobarlo. Lo logré; regresé a mi primer beso; no cambié nada. Eso parecía evitar que el dolor sea un poco menor; tan solo un poco al menos.

Otro día reviví una fiesta infantil que muchas veces recordaba a medias; me di cuenta también que el intentar cambiar algo era como caminar hasta las rodillas en cemento a punto de endurecer. Decir o hacer algo distinto era difícil. Lo más inocuo para mi y para mis recuerdos era revivir en piloto automático; como vivir una película con todos los sentidos.

Con el pasar del tiempo también encontré desventajas; como dormir. Los momentos antes de quedarme dormido empezaron a resultar peligrosos. Justamente esos momentos en que uno está con los ojos cerrados e imaginando mientras se recuerda algo que ya pasó el mismo día o hace más tiempo.

Como todo poder entonces, se podía manifestar involuntariamente. Me declaré realmente más de una vez a la misma chica, volví a gritar los mismos goles que hice jugando con mis amigos,.. pero también volvía a recibir malas noticias, a terminar relaciones con chicas que aun quería ver, discusiones muy fuertes.. re-experimentaba cosas desagradables. Inclusive una vez volví a una pelea donde solo pude recibir golpes; por segunda vez.

En contraste, algo realmente voluntario fue el regresar al momento en que un accidente que casi le quita la vida a un amigo y que también lo dejó muy herido. Regresar en el tiempo tan sólo cinco minutos al pasado, a ese mismo taxi en el que estuvimos los dos; hicieron la diferencia suficiente para que no perdiera tanta sangre y solo tuviera que usar un yeso en el brazo. Firmado ahora con dibujos y frases que contaban la suerte de resultar con una lesión tan insignificante para ese choque tan espectacular.

“Oye, mm.. mejor siéntate atrás.” – solo eso bastó.

Hice trampa una vez más. Por mi amigo. Obviamente que le siguió medio día de pensar que se me partía la cabeza de dolor. Nadie le devolvió la vida al taxista, pero mi amigo aun tenía su pierna izquierda.

Cambiar ese momento fue un punto de quiebre, luego de esa vez empecé a cerrar los ojos con mucho más cuidado, tratando de no imaginar tan vívidamente algún recuerdo. Regresaba en el tiempo involuntariamente, pero ya muy de vez en cuando.

Lamentablemente para mí, lo que sucedió con más frecuencia a partir de eso, y sin ningún aviso; fueron las migrañas intensas; que desde luego duraban mucho más de diez minutos.

Han pasado ya varios años desde que hice esa gran enmendadura.

Y hace ya casi cinco que conocí a la mujer que amo más que cualquier habilidad secreta que pueda tener. A la mujer que me hizo soportar como nunca las migrañas que irónicamente me causo el revivir el hermoso momento en que con un Sí cambió mi vida; Valeria.

Cambios. Gracias a ella siento que he sido bendecido en tantos sentidos. Me hizo abrir los ojos a tantas cosas... pero a pesar de ello sé que hay cambios que quisiera aún hacer. Pero ya no los puedo hacer.

Quisiera no encontrarme en esta cama de hospital. Quisiera que no estuvieran monitoreando la circulación sanguínea de mi cerebro buscando otro posible aneurisma..

Los doctores dicen que todo esto pudo haber empezado desde hace cinco años..

Cada vez que retrocedía en mis recuerdos, debilitaba las paredes arteriales en mi cerebro.

Valeria no necesita estas explicaciones, no deja mi mano sola por mucho tiempo desde que vinimos en la ambulancia. Ella hace mucho tiene mi corazón.

Dicen que estoy en una situación crítica, que mi vida está en manos de un milagro. Nadie lo sabrá, pero según esa lógica… un solo viaje al pasado me matará. Inclusive uno de pocos minutos..

Y es por eso que escribo esto.

Hace tres meses te perdimos... Ibas a ser el angelito que le daría aun más luz a mi vida, y nuestra vida.. Pero un descuido estúpido de mi parte; el tan sólo no ponerle gasolina al carro, costó unos pocos minutos que retrasó la llegada al hospital y provocó la falta de oxigeno en tu nacimiento. Estos meses sin ti, el recuerdo que tiene tu madre al verte llegar al mundo sin vida, y mi situación sin esperanza.. están desgarrando el alma de tu madre..

Retrocederé. A pesar de que lo que me cueste. Espero lograrlo, y quizá regresar tan solo un segundo al presente y tener como nuevo recuerdo tu cara al nacer.

Lo mejor de mi vida han sido Valeria y la noticia de su embarazo.

Son mi vida, y lo significarán realmente.

No me arrepiento. Dijeron que serías niña y escogimos de nombre Camila. No tendré años de vida para darte todas las cosas valiosas que quise, pero espero que esto haga la diferencia.

Toda mi vida manipule el tiempo, pero el tiempo me ganó.. pero tú, pequeña, le ganarás. Te amo con toda mi alma.

Un abrazo y un beso que te dure siempre; de parte de tu papá.

Nunca Adiós.

.. porque el tiempo no tiene porque dominarnos.