domingo, 8 de marzo de 2015

Noche

Espero que el sol se vaya y deje de mirarme.
La noche es mi mejor amiga.

Me abraza desde atrás con sus sombras.

Hace posible que los viajes sean rápidos. Vertiginosos.

No importa la cantidad de alcohol o drogas. Bastante es poco. Nunca es demasiado.

Respiro fumando y salivo con alcohol. Las lenguas raspan y los alientos embriagan.

No importa el trago, sólo importa tu cuerpo. Desnúdate. No importa que pienses, importa tu instinto.

No sé dónde acabo y recuerdo poco dónde comenzó. Recuerdo nombres, algunos lugares, los parques, las calles, los autos, las camas y los vasos.

Perderse.

Hasta dónde no haya ni un has de luz; dónde el tacto sea norma y la vista duerma.

Hasta que con jadeos rompamos el silencio, que nos escuchen todos, que nos confundan con animales.

Hasta el recóndito lugar más oscuro que puedas imaginar. Ahí me puedes encontrar.

Ven.

Nunca es demasiado. Nunca.