domingo, 29 de marzo de 2009

A propósito: El dragón

Los he visto nacer, morir y reencarnar, para contarme historias que ellos no recuerdan haberme contado. Con millones de ojos y una sola boca; infinitas vidas y siempre se repite.

Lo que criticamos a veces hipócritamente de otros, de lo que nos lavamos las manos tantas veces. Lo que luego buscamos: ser diferentes; originales; exorcizarnos de ser como todos. Todo es humanidad, no podemos verlo de manera diferente.

Mientras se crece tan sólo cambia el ángulo de la mirada; y uno de esos ángulos (con su respectiva refracción) sería ver cómo con los años nos reímos de una inocencia que nunca debimos cambiar totalmente por la subyacente malicia que atribuimos a casi todo gesto interpersonal; y por otro lado sin esos años .. tenemos que decir que sólo aprendemos. Nos burlamos de la pasión, porque hemos ganado seguridad. La rutina también da mucha seguridad, verdad?

En general, los seres humanos evitamos tanto ver las cosas que nos hacen semejantes; que perdemos lo que podría unirnos aún más. La honestidad, la transparencia, la frontalidad parecen ser muchas veces los únicos adhesivos que se necesitarían.

Aún Dios, la selección natural de las especies, y el calentamiento global (a) b) c) d) e) N.A.) nos están dando un poco más de tiempo de conocernos;.. pero hay que ver que ya nos estan mirando con mala cara; y nos falta mucho por entender y aceptar .. a pesar de que lo tenemos siempre al frente.