domingo, 21 de marzo de 2010

El final de mi corazón

Estoy semidesnudo en una habitación de hotel. Estoy echado viendo el techo ahora inmóvil y escuchando como suena el motor de un viejo ventilador. Mis latidos hace ya algunos minutos están bajando a un ritmo más usual. Ella se fue. Le recriminé todo. Desde su sonrisa ingenua, hasta la mano que me extendió. La hice llorar; quise que me entendiera. No lo pudo hacer, así que la única forma en que pude ver que entendía mi dolor era verlo en sus lágrimas. Grite, gruñí, mostré al animal. Los acentos afilados de mis palabras abrieron heridas. Tan profundas que te laceraron el alma. Dejándote la única solución; escapar.

Lo logré, soy fuerte..

viernes, 19 de marzo de 2010

Recuérdame

Alguna vez has cerrado los ojos, queriendo olvidarte dónde estas ahora? Queriendo regresar a otro momento de tu vida.. olvidándote de los ruidos que te rodean..? Queriendo recrear la sensación que tenias en algún otro momento?

Y es entonces cuando lo logras.. sientes como si hubieses regresado.. como si donde estuvieras sentado fuese esa silla que tanto añoras, esa habitación que te dejó ese recuerdo.. Sientes los ruidos, sientes las paredes del cuarto, sabes dónde estaban las cosas, ahí cuando sucedió lo mejor.. Tan sólo te faltaría abrir los ojos y estarías de vuelta ahí.. Pero abres los ojos o sientes un ruido que rompe la fantasía.. y estás de nuevo, lejos, años después.. y se acaba? Pues yo sí puedo lograrlo.

Puedo regresar, viajar, a cualquier momento de mi vida con solo cerrar los ojos y concentrarme. No es fácil, tampoco puedo permanecer por un tiempo indefinido en mis recuerdos. Lo máximo que he podido revivir han sido diez minutos aproximadamente. Esa vez lo intenté de nuevo, solo volví por a mi recuerdo por lo que seguramente fue un segundo y regrese al presente con una migraña que parecía desgarrarme el cerebro.

Pareciera que allá arriba hay algo que inclusive controla este tipo de aparentes ventajas.

Esta habilidad, también fue descubierta de una manera desagradable. Mi padre falleció cuando yo era muy niño. Llore muchas noches como cualquier chico a esa edad; pero en las primeras que pasé, recordé un momento en que me despedí de él antes de que partiera a su trabajo; y cerré los ojos. Empezando a recordar ese día que lo cambió todo.. el lugar donde estaba yo, los muebles del lugar, el calor que hacía, todo .. y ocurrió. Una vez más estaba ahí, pudiendo decir algo más. Mi padre estaba a pocos metros de mi.. , estaba por cruzar la puerta, y solo logré articular un “no te vay-“ algo que claramente no había dicho en la primera vez que viví ese momento.

Vi a mi padre empezar a voltear, y cuando estuve a punto de verle el rostro nuevamente.. regrese a mi cama; ahí, donde estaba llorándolo; tres semanas después de su muerte; con un dolor de cabeza que jamás había sentido. Castigo quizá por intentar cambiar algo ya escrito.

Días después lo confirmé, cuando mi madre parecía tener un nuevo recuerdo.

- “Ya ha pasado casi un mes.. y aun me sorprende.. Cómo así casi le dices a tu papá que no se fuera al trabajo ese día? Pareció como si hubieras sabido en ese momento lo que sucedería después..”

Medio año después quise comprobarlo. Lo logré; regresé a mi primer beso; no cambié nada. Eso parecía evitar que el dolor sea un poco menor; tan solo un poco al menos.

Otro día reviví una fiesta infantil que muchas veces recordaba a medias; me di cuenta también que el intentar cambiar algo era como caminar hasta las rodillas en cemento a punto de endurecer. Decir o hacer algo distinto era difícil. Lo más inocuo para mi y para mis recuerdos era revivir en piloto automático; como vivir una película con todos los sentidos.

Con el pasar del tiempo también encontré desventajas; como dormir. Los momentos antes de quedarme dormido empezaron a resultar peligrosos. Justamente esos momentos en que uno está con los ojos cerrados e imaginando mientras se recuerda algo que ya pasó el mismo día o hace más tiempo.

Como todo poder entonces, se podía manifestar involuntariamente. Me declaré realmente más de una vez a la misma chica, volví a gritar los mismos goles que hice jugando con mis amigos,.. pero también volvía a recibir malas noticias, a terminar relaciones con chicas que aun quería ver, discusiones muy fuertes.. re-experimentaba cosas desagradables. Inclusive una vez volví a una pelea donde solo pude recibir golpes; por segunda vez.

En contraste, algo realmente voluntario fue el regresar al momento en que un accidente que casi le quita la vida a un amigo y que también lo dejó muy herido. Regresar en el tiempo tan sólo cinco minutos al pasado, a ese mismo taxi en el que estuvimos los dos; hicieron la diferencia suficiente para que no perdiera tanta sangre y solo tuviera que usar un yeso en el brazo. Firmado ahora con dibujos y frases que contaban la suerte de resultar con una lesión tan insignificante para ese choque tan espectacular.

“Oye, mm.. mejor siéntate atrás.” – solo eso bastó.

Hice trampa una vez más. Por mi amigo. Obviamente que le siguió medio día de pensar que se me partía la cabeza de dolor. Nadie le devolvió la vida al taxista, pero mi amigo aun tenía su pierna izquierda.

Cambiar ese momento fue un punto de quiebre, luego de esa vez empecé a cerrar los ojos con mucho más cuidado, tratando de no imaginar tan vívidamente algún recuerdo. Regresaba en el tiempo involuntariamente, pero ya muy de vez en cuando.

Lamentablemente para mí, lo que sucedió con más frecuencia a partir de eso, y sin ningún aviso; fueron las migrañas intensas; que desde luego duraban mucho más de diez minutos.

Han pasado ya varios años desde que hice esa gran enmendadura.

Y hace ya casi cinco que conocí a la mujer que amo más que cualquier habilidad secreta que pueda tener. A la mujer que me hizo soportar como nunca las migrañas que irónicamente me causo el revivir el hermoso momento en que con un Sí cambió mi vida; Valeria.

Cambios. Gracias a ella siento que he sido bendecido en tantos sentidos. Me hizo abrir los ojos a tantas cosas... pero a pesar de ello sé que hay cambios que quisiera aún hacer. Pero ya no los puedo hacer.

Quisiera no encontrarme en esta cama de hospital. Quisiera que no estuvieran monitoreando la circulación sanguínea de mi cerebro buscando otro posible aneurisma..

Los doctores dicen que todo esto pudo haber empezado desde hace cinco años..

Cada vez que retrocedía en mis recuerdos, debilitaba las paredes arteriales en mi cerebro.

Valeria no necesita estas explicaciones, no deja mi mano sola por mucho tiempo desde que vinimos en la ambulancia. Ella hace mucho tiene mi corazón.

Dicen que estoy en una situación crítica, que mi vida está en manos de un milagro. Nadie lo sabrá, pero según esa lógica… un solo viaje al pasado me matará. Inclusive uno de pocos minutos..

Y es por eso que escribo esto.

Hace tres meses te perdimos... Ibas a ser el angelito que le daría aun más luz a mi vida, y nuestra vida.. Pero un descuido estúpido de mi parte; el tan sólo no ponerle gasolina al carro, costó unos pocos minutos que retrasó la llegada al hospital y provocó la falta de oxigeno en tu nacimiento. Estos meses sin ti, el recuerdo que tiene tu madre al verte llegar al mundo sin vida, y mi situación sin esperanza.. están desgarrando el alma de tu madre..

Retrocederé. A pesar de que lo que me cueste. Espero lograrlo, y quizá regresar tan solo un segundo al presente y tener como nuevo recuerdo tu cara al nacer.

Lo mejor de mi vida han sido Valeria y la noticia de su embarazo.

Son mi vida, y lo significarán realmente.

No me arrepiento. Dijeron que serías niña y escogimos de nombre Camila. No tendré años de vida para darte todas las cosas valiosas que quise, pero espero que esto haga la diferencia.

Toda mi vida manipule el tiempo, pero el tiempo me ganó.. pero tú, pequeña, le ganarás. Te amo con toda mi alma.

Un abrazo y un beso que te dure siempre; de parte de tu papá.

Nunca Adiós.

.. porque el tiempo no tiene porque dominarnos.

jueves, 4 de marzo de 2010

Para siempre

Ojala regreses antes de lo esperado. Tampoco es que te hayas ido por tanto tiempo. Dos semanas hasta hoy, y te extraño. Está de más decirlo. Pero lo repito como si fuera una muletilla en mis monólogos mentales. Siento que el verte casi todos los días es como una brisa por la mañana anunciando un día soleado pero fresco. Me has cambiado la vida; es otra verdad. Mis días que se habían vuelto una rutina perfecta pero seguro oxidada. Tan sólo con estar aquí, conmigo. Hace poco escuche tu voz. Era como me la había imaginado. Suave, como acariciando las palabras, pero transmitiendo una seguridad y autenticidad que se aprecia ya muy poco en otras. “Gracias” – fue la primera palabra que escuche de tu boca. Se la dijiste a un chico que te ayudo a cargar unas bolsas. Cómo no ibas a ser atenta y agradecida? Eres cómo te imagine.

El año pasado, cuando veía tan sólo tu piel a través de mi cortina me empezó a parecer que eras especial.. bastó con verte los ojos, esos ojos que.. – pero sobretodo tu sonrisa; que jamás es simulada .. porque tu sólo sonríes cuando hay algo meritorio para hacerlo. Sales a veces por las mañanas a correr. No por una preocupación superficial, no por afinar tu cintura.. sino porque sientes que al salir, al aire libre, al lado de los grandes parques.. estás vinculándote con algo puro, con la naturaleza.. algo tan puro, como tú. Sé que puedo estar levantándote un pedestal, pero mi vida es observar, y con lo que he visto de ti, no me puedo equivocar.

Eres una persona como pocas. Que tiene bondad, que cree en el prójimo, que ayuda sin pensar en más. Me imagino como será ser tu esposo y al mismo tiempo no me imagino cómo puede él, tu actual esposo, mantener por tanto tiempo una cara inexpresiva al verte pasar a su lado. Lo veo saliendo todas las mañanas a su trabajo, pareciendo que vive una existencia gris.. teniendo un sol radiante tan cerca.

Me has visto. Ya varias veces… de las pocas veces que he salido de esta casa tan grande.. y me has sonreído en todas ellas. No por completo, porque como ya dije, tú no exageras con el rostro. Me diste una ligera sonrisa.. suave, apenas perceptible. Un detalle increíble, sabiendo tú muy bien que soy bastante observador.

A esta hora tú siempre sales a cerrar las cortinas. Ahora que no estás las cierra tu esposo. A veces se le olvida cerrar las de la cocina. Dos veces dejó las de la sala abiertas inclusive. Despreocupado e indolente. Tan inconciente de lo que tiene al lado. Insensible a tus besos, a tus ojos.. a tu mirada. Esa mirada que.. –que sólo he visto dos veces en toda mi vida. En Norma cuando vivía, y ahora en ti.. pero tú, tú que…

Suelo escribir. Escribí tu rutina. Las flores que te gustan. Dónde te gusta comprar. Dónde pones las cosas en tu cuarto. Hace poco tuve esa oportunidad; cuando tu esposo dejó las cortinas abiertas.

Realmente no te merece.