jueves, 27 de septiembre de 2012

Contra la memoria.

Otra más no importa. Ya creo que ni lo quiero entender. Por más que me digan mis hermanos y, hasta mi ex-esposa que me detenga, por más que digan que estoy haciéndome daño. Qué más daño puedo hacerme? El daño físico es sólo eso. Siempre hablan de las cicatrices, las dichosas “heridas del alma”. Pues una vez que pierdes la cuenta de cuántas tienes, llegas a un tope de dolor, ya no puede doler más. Las personas y los sucesos no te pueden defraudar más. Y esta sensación, que te endurece por dentro, se vuelve más familiar que cualquier grupo de consanguíneos. Y por eso; soy más fuerte que todos ellos.

Si, me gusta tomar. Me dicen que lo acepte; y lo acepto. No tengo ninguna dificultad. Sólo tengo dificultad para comprender las ganas de meterse en mis decisiones.

No me importa. No me importa que les importe. No quiero saber nada. Quiero olvidar y sólo vivir esta noche.

Olvidar que Cecilia dejó de sentir lo que una vez llevó a casi el matrimonio perfecto. Olvidar que en mi familia todos me odian y evitan hablar de cualquier pronóstico que tácitamente me dan, de manera cínica.

Quiero olvidar mi carácter explosivo. Olvidar que a ella le afectó mucho cuando fuimos a una clínica de fertilidad, que ella guardaba esperanzas y que fue mi culpa .. por una explicación médica que ni siquiera entiendo. Olvidarme que ella era hermosa y ahora se ve aún mejor; que hay quien la hace más feliz que yo, que tiene una sonrisa más grande y una risa más.. auténtica.
Quiero olvidar las peleas.. Olvidarlo todo.
Olvidar el maldito 22 de Julio..

Veo todo. Todas las cosas; nada mejora.. Yo no mejoro. Lo he intentado todo. Para qué algún cambio? Para qué? Por qué conversarlo más?

Este vaso hace las cosas más llevaderas; por algo ha existido desde los inicios del tiempo..
Lo dicen por todos lados y es cierto; la vida es muy dura; el alcohol le da sinsentido a lo que tiene demasiado sentido y es cruel.
El trago siempre está ahí, hace lo que debe hacer; se resbala por tu garganta, calienta hasta el espíritu más frío y vuelve menos importante lo que dice serlo. Es más amigo que todos tus amigos, siempre está ahí, aunque te equivoques. En realidad, nada importa.

Este whisky me da tranquilidad, me da .. paz. Me hace sentir..
Sentir.. que siento. Aunque sea mentira.

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