miércoles, 2 de marzo de 2011

A propósito: Los años que quedan.

(Lamento empezar con una frase cliché; pero.. ) Llega un momento, en la vida de toda persona, en el cual ya no es tan fácil olvidar el tiempo que ha pasado. Uno es acompañado tácita y permanentemente con el sentimiento de haber llegado hace mucho tiempo a este lugar. Uno deja de imaginarse una cuenta progresiva de cronómetro y empieza a ver la cuenta regresiva de un timer. Supongo que eso hace a varios "madurar" necesariamente. Varios, no todos, ni muchos; pero creo que ayuda. Parece como si los diversos intereses emulsificados en la vida de uno, se asientan. Más que antes, los objetivos se hacen claros. Uno tambien se cansa de cosas insulsas que antes parecian adormecer la conciencia. Es interesante, .. es divertido.

No aborrezco ahora la juventud (ni a la juventud de ahora; como una vez me acusaron); porque sería una inmensa muestra de cinismo. Me disgusta lo superfluo, lo dormido que está el analisis de las situaciones, lo ausente de la conciencia social.. Porque eso, si bien está en muchos jovenes, también lo está en la sociedad en general.

El pasar del tiempo, te expone a varias desilusiones, pero tambien te hace apreciar mucho más lo que resalta, lo que vale y quienes valen. Personas, vivencias, y fortalezas que uno no pensaba tener.

Hace mucho no me importa tener entre mis pasatiempos, aficiones "aburridas"; y tener un poco de geek (secretamente siempre quise serlo). Digo desde hace mucho, y sin penas, que quiero pasar un día tranquilo y solo en casa (si, si,.. a veces varios). Y también se desde hace muchos años con quienes me gustaría compartir mi vida..

Calidad, sobre cantidad.
Me es también más práctico tener un círculo reducido. Lo decía desde niño (y feliz por usar palabras "de mayores") y mi madre me decía que crecería para ser un ermitaño. Un anacoreta. Esa es su palabra favorita para antagonizar conmigo.

Cuestión de raciocinio, retraimiento, temperamento, o costumbre. O algo más facil: me gusta.

Casi todo puede controlarse (es bastante cierto); pero el tiempo no, este siempre seguirá pasando. Siempre costará encontrar lo bueno.

Y lo bueno es que en el transcurso.. uno empieza a encontrar más certezas, y a tener mucho más seguridad de qué hacer con el tiempo que le queda.

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